La mentira del documental Searching for Sugar Man


1.
Una de las virtudes que tiene el capitalismo salvaje para enriquecerse a costa de los sentimientos de los demás es el de “úsese y tírese”… y pese a que en ocasiones se trata de cultura y no de vulgar consumismo, de todos modos aún es rentable crear un nuevo ídolo, resucitarlo o incluso si es necesario: matarlo…

Y ya veremos mañana qué se les ocurre…

Uno de estos casos es el del recién galardonado documental “Searching for Sugar Man” (con un cuestionable Oscar este 213 como figura que premia ya-no-sé-qué pero que está obviamente ya alejado desde hace muchos años de verdaderas propuestas artísticas), dirigido correctamente, eso sí, por el sueco Malik Bendjelloul, el cual cuenta la historia de Sixto Rodríguez, una especie de canta-autor-bob-dylan-nilesco y que en los años 70 del siglo pasado grabó dos discos que por azares del destino fueron ignorados en Norteamérica y el resto del mundo, pero que tuvieron impresionante repercusión en Sudáfrica…

Se supone que este canta-autor padece en el continente más antiguo de toda la humanidad el culto de dos acérrimos fans: Stephen “Sugar” Segerman, dueño de una tienda de discos, y Craig Bartholomew Strydom, una especie de crítico musical… los dos viven en Sudáfrica y por cuestiones del destino tienen su destino marcado en Ciudad del Cabo, pensando que este misterioso músico se suicidó de las más variadas maneras posibles…

Como resultado de lo que es el fanatismo dentro de la cultura pop, deciden indagar sobre su vida, tergiversando la verdadera valía de lo que en su momento fue la propuesta de Sixto Rodríguez… y enfocándose en cuestiones ególatramente existencialistas claramente marcadas y remarcadas en el documental, Segerman y Strydom se limitan a reflexionar sobre la figura icónica de este ambiguo músico, resaltando las líricas de sus discos para adaptarlas a una realidad neo-africana (por aquello de que todos los protagonistas del documental son africanos blancos), dejando de lado y sin tomar en cuenta esa chispa que hizo que un juglar (de origen mexicano pero nativo de Detroit y que vive en ese país sin raíces culturales llamado Estados Unidos), se vinculara con un sincopado país Sudafricano: una irónica coincidencia rítmica que a saber de qué neurona de Sixto Rodríguez salió…

El problema con el documental “Searching for Sugar Man” es que no deja de ser resultado de uno de los objetivos del neoliberalismo tan cacareado por ignorantes como el ex presidente mexicanito Ernesto Zedillo, y creado por insensibles como Thomas Malthu: el culto a la iconografía, a la persona… más al misterio que da pie a la leyenda, sin importar si ésta tiene algo qué decir o no, se deja prácticamente de lado…

 Cratelón de publicidad

Puedo entender que en el mundo de la mass-media haya pervertidos con tendencias antropológicas que quieran saber por qué Lady Gaga usa toallas sanitarias de X marca… y dediquen toda su vacía vida o parte de ella, a investigarlo… y lo comprendo porque el mundo está sobrepoblado de consumidores de la basura que a diario generan los medios de comunicación, cuyo objetivo es crear leyendas, consumirlas y después olvidarse de ellas… pero de ahí a que haya obsesivos que finalmente incurran en la parcialidad deja mucho que desear…

2.
Que quede claro: el documental “Searching for Sugar Man” como cine no es malo… por el contrario, tiene una excelente producción, una gran fotografía y consigue lo que busca: el chantaje sentimental cuando consiguen tumbar la legendaria mentira de que Sixto Rodríguez nunca se inmoló y de que vive como albañil en la contradictoria y existencialista Detroit, pero Segerman y Bartholome se olvidan de que:

a. cualquier persona con el mínimo de un mililitro de cerebro lleno de salud, sabrá que África existe desde siempre que no es hija putativa de Wikipedia y que por el contrario, si nos atenemos a eso de las leyendas ancestrales, aquellas tierra es el origen y destino de toda la humanidad…

b. Ni Paul Simon ni Peter Gabriel (grandes saqueadores del patrimonio cultural de África), descubrieron las percusiones ni el afrobeat…

Y lo peor:

c. Segerman y Bartholome se enfocan limitadamente a una poética lírica, el valor iconográfico de Sixto Rodríguez, el cual no se circunscribe a la identificación de una rebeldía aplicada a la lucha subversiva contra el apartheid, como quiere hacernos ver (pensar y sentir) el documental, porque cuando se trata de crítica social la letra de una canción no reconoce tiempos, ni color de sangre ni fronteras… NO, la validez de Sixto Rodríguez radica en una sutil presencia de ese nativo afrobeat en sus composiciones y de cómo “eso” le permitió enraizarse en la existencialidad de los africanos…

Sí, sé que la importancia de Paul Simon y de Peter Gabriel en la escena contemporánea de la música es indiscutible, pues el arrítmico afrobeat nos fue vendido por ellos como el gran descubrimiento cadencioso en los años ochenta… también sé que el slogan “freedom for africa” ya fue patentado a nivel mundial por entre otros, la nauseabunda “Africa Holiday Enquiry”, pero también me queda claro que el apartheid como política de segregación racial acusatoria es aplicable a cualquier país como Estados Unidos, México (en asquerosa y repugnante gran medida), Alemania y Mali, de ahí que los crooners no sean un mero producto folklórico de África, sino de cualquier lugar y época del mundo que padece una dignidad que pretende hacerse oír (alguien querrá investigar la relación juglares/crooners en la edad media?)…

Pero independientemente de que las líricas de Sixto Rodríguez fueran aplicables a cualquier situación político-social en diversos ámbitos tiempo-espacio de la humanidad, y como parte de una eterna e histórica desigualdad social, como ya lo señalé, un poco de cerebro sabrá que si bien Paul Simon y Peter Gabriel no sólo nos estafaron cínicamente al vendernos “ritmos” novedosos plasmados en exitosos discos, sino que de paso y con humildad, deberían habernos sembrado la duda de que también existían Ali Farka Toure, Fela Kuti, Kola Ogunkoya, Tony Allen y posteriormente Youssou N'dour y Baaba Maal desarrollando propuestas por demás alucinantes que incluían no sólo letras libertadoras, sino música por demás cadenciosa…
 
  Un incipiente Sixto Rodríguez

Y es aquí donde el documental “Searching for Sugar Man” miente y se convierte en un testimonio parcial y carente de objetividad (a diferencia de lo que se documenta en la historia de Bobby Liebling y el reportaje Last days here http://basurerodealmas.blogspot.mx/2013/11/bobby-liebling-y-las-verdades-de-last.html), ya que todas las imágenes se enfocan en una enigmática figura, dejando de lado la sutil propuesta musical del propio Sixto Rodríguez, la cual esconde mucho de un discreto afrobeat en sus setenteras composiciones…

3.
Conforme transcurre el reportaje se intercalan bellísimas imágenes del Ciudad del Cabo y de Johannesburgo, con alguna que otra entrevista y usando de fondo las canciones folk de los dos únicos discos que grabara Sixto Rodríguez en su vida…

Si uno deja pasar de lado la incisiva tendencia de Segerman y Bartholome a enfatizar sólo la parte lírica de las sencillas composiciones en Sixto Rodríguez, estas sonarían extremadamente viejas no sólo rayando en la sencillez que en su momento este género manifestó de la mano de Bob Dylan, Cat Stevens, Jackson Browne, Donovan, James Taylor, sino incluso hasta depresivas como el concepto que tanto manejaron en sus canciones Nick Drake y Gram Parsons…

Más conforme transcurre el documental poniéndole atención a la estructura musical de sus piezas, uno empieza a entender por qué Sixto Rodríguez caló profundo en tierras africanas: en sus composiciones se perciben chispazos del inconfundible afrobeat en la batería o en las percusiones, pero por si fuera poco, las machacantes figuras de la guitarra eléctrica en algunas de sus piezas, sin ser el instrumento protagonista, se escuchan sin mayor dificultad también en Ali Farka Toure o Baaba Maal (claro, con toda proporción musical guardada)…

Por ello, al término del documental queda la sensación de que Segerman, Bartholome y hasta el propio Malik Bendjelloul nos mintieron… no sólo por la parte ya mencionada de basar la esencia de su investigación al enfocarse exclusivamente a las letras y dejar de lado la interesante (aunque sencilla), estructura musical desarrollada por Sixto Rodríguez en sus composiciones, sino porque ante el ojo de la cámara, el apartheid y la consecuente segregación racial en Sudáfrica sólo despertó conciencia en la raza blanca que habita en ese continente: jamás se le concede la palabra a una persona de color, ni para expresar alguna posición relacionada con el racismo, ni mucho menos para insinuar tan siquiera que los discos de Sixto Rodríguez hayan cambiado en algo su vida, como si presumen otros de los protagonistas…

Y como curiosa apología a las bondades del racismo queda aquella escena en el documental del primer concierto que da Sixto Rodríguez en Sudáfrica: el grupo de músicos que lo acompañan son de origen sudafricano, todos, pero son gente blanca…

4.
- Pero no será que estoy exagerando en eso de los destellos musicales afrobeat de Sixto Rodríguez? – le dije a mi esposa después de que terminamos de ver “Searching for Sugar Man” y tras haberle regresado varias veces a la película para repetir algunas escenas por demás interesantes…

Ella se me quedó viendo con esa mirada con la que suele desarmar siempre mis “peros”, y dijo: “sólo tú podías identificar esos sonidos… ya tienes un tema para escribir en tu blog”…

Sixto Rodríguez en una reciente gira

Y sus palabras me dieron una gran idea: procedía iniciar una sesión de internet y busqué el disco de Sixto Rodríguez “Live Fact” a través de Torrent… a los pocos segundos (sí, segundos) apareció un archivo con su raquítica discografía completa: el citado Live Fact, Cold Fact y Coming From Reality (el cual ya formaba parte de mi discografía personal)… procedí a la descarga y en 20 minutos ya tenía los tres discos en mi disco duro…

Y…?

Mi teoría era la siguiente: por mucho que la banda que acompañó a Rodríguez en Johannesburgo en 1995 estuviera integrada por blancos, finalmente éstos son sudafricanos, lo que les hace poseedores de ese beat que tanto caracteriza la música del mal llamado continente negro, por lo que “ese sonido” apenas perceptible en Cold Fact y Coming From Reality con toda seguridad sería apreciado con mayor facilidad en la grabación de ese concierto…

Y así fue…

5.
Obviamente que la banda de acompañamiento son músicos profesionales comandados por Willem Möller, otro fan acérrimo de Sixto Rodríguez, por lo que era de suponerse que respetaran al máximo la estructura original de las canciones, cosa que finalmente hicieron…

Sin embargo, si bien el beat que suele caracterizar a los músicos africanos (para tratar de definirlo de alguna manera: el beat es el ritmo, sentimiento, sabor o característica de una manifestación musical que la diferencia de otras), desaparece totalmente para asumir sin estilos ni retoques las arreglos originales, cuando llega el momento de tocar temas como el clásico Sugar Man, los chispazos afrobeat de los que hablaba se reproducen con tal énfasis que no dejan pie a duda alguna…

Así que insisto en eso de que Segerman, Bartholome y Bendjelloul nos mienten al argumentar que UNICAMENTE y gracias a las canciones de Sixto Rodríguez, fue que los sudafricanos (los blancos de la clase media, aquellos neoburgueses que nunca padecieron las expresiones del racismo pretoriano como el desprecio, inanición, marginación, explotación, violación sexual -sic- y asesinato), las convirtieron “en himnos que les llevaron a tomar conciencia social, se fortalecieron, se unieron, se motivaron y finalmente llevaron a cabo una lucha que se supone terminó con esa vergüenza mundial llamada apartheid”… 

NO, eso NO es cierto: si hubo algo más que permitió que Sixto Rodríguez se convirtiera en una leyenda en Sudáfrica fue que a los sudafricanos antes que nada sus composiciones les entraron en el (y al) alma por el ritmo, discreto, pero al final de cuentas ese inconfundible afro-ritmo… y de eso no se habla en el documental… 

actualización mayo 2014: muere a los 36 años Malik Bendjelloul, el director de “Searching for Sugar Man”… nacido en la ciudad sueca de Ystad, dio el salto al estrellato cinematográfico gracias al film sobre Sixto Rodríguez, mismo que le permitió ganar un Oscar… la Policía sueca no ha confirmado la causa de su muerte aunque se descarta el asesinato. “Lo que puedo decir es que no existen sospechas de que se trate de un crimen”, dijo el agente de la policía Pia Glenvik…

22 comentarios:

  1. tuve que leer tu articulo dos veces ya que encuentro tu prosa sumamente rimbombante y pantanosa. tus argumentos son bastante débiles y te pierdes dentro de tus propios ejemplos. la mayoría de tus quejas carecen de fundamentos mas allá de tu opinión. sixto rodriguez tiene dos excelentes discos y una gran historia que ha sido contada. no le busques mas, no es un producto maquiavélico de nadie... el documental no pretende plasmar a rodriguez como la influencia del afro beat, ni el elemento clave en el apartheid. searching for sugarman no tiene una agenda secreta y no es una mentira. es la historia de un artista narrada a través del lente de unos cuantos fanáticos del poeta.

    encuentro tu escepticismo... trillado. .

    hater troll 655321

    ResponderEliminar
  2. me da mucha pena que tu funcionalidad cerebral no te permita entender el contenido de este texto, y que no pases de ser un vulgar y pendejo homo-videns: el esceptisismo a tu vanalidad mental es totalmente aplicable a ti

    aeiou

    ResponderEliminar
  3. "el documental no pretende plasmar a rodriguez como la influencia del afro beat"... je je je, yo tuve que citarte para que comprendas la incoherencia de tu comentario... ya con éste me queda claro que el que se perdió en el pantano de la falta de comprensión de lectura eres tú... hay cursos y talleres sobre cómo aprender a leer... te recomiendo tomes uno de ellos... suerte...

    ResponderEliminar
  4. ¡Extraordinario análisis!
    Por fin alguien que no apela al típico pensamiento dualista, al irse al todo o nada en el análisis del documental y hace un recuento crítico y bien argumentado de muchas de las inconsistencias del contenido.

    Para mi (mi opinión):

    LO PEOR: la manipulación que bien expones en los escenarios más "emotivos" del documental, la falta de óptica política a corto, mediano y largo plazo en todo el documental

    LO MEJOR: la actitud de dignidad de Rodriguez ante la gloria capitalista que recién lo acaba de descubrir.Al menos en el documental aparece como uno de los menos "emocionados" por su historia, jamás se arrodilla al "sistema" para agradecerle que lo hayan redescubierto.

    Muchas gracias amigo, buena reflexión, justo tu sitio apela a la verdadera naturaleza de nternet: la posibilidad de no tener que plegarse a alimentar el mainstream de opiniones e información, A poder decir algo diferente. (En esta de "libertad" sólo se puede hablar bien o hacer una nueva apología de Searching for sugarman, lo contrario, implica un severo castigo por parte de los espectadores vicarios) .

    Seguiré visitando tu blog...

    ResponderEliminar
  5. Pues yo escuché a Rodríguez por primera vez gracias al documental, me parece un buen músico; con todo respeto creo que tus argumentos son para simplemente una excusa para expresar tus quejas en contra del sistema, para lo cual tienes todo el derecho, de cualquier forma Rodríguez debería ser el tema principal.
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Exelente comentario y reflexion man, la verdad que es una cuestion para siempre tener en cuenta, dado que el capitalismo mas sus divergentes medios de justificacion ideologica nos han demostrado lo que es un verdadero acontecimiento cultural. Sixto aparece en el documental poco conmovido, debido a su vision originaria de la realidad, no tanto asi sus hijas que loan este descubrimineto, pero en fin vemos que los distintos pliegues en que estos sentidos se van intercalando y develan como la musica de un hombre que solo penso en un hecho cultural de una creacion, acarrea un gran vagage de manipulaciones, la verdad que cuando vi el documental, lo que me mantenia como creyente de que Sixto no era un alienado mas fue su exprecion de retraimiento y su mirada siempre fuera del foco de la camara.

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. exelente articulo, da una vision completa de lo que sucede con el capitalismo en cuanto absorve a todo lo que encuentra en su paso incluso. es interesante como planteas la cuestion hasta es muy ilustrativo tu punto de vista, dado que me parecio a mi algo muy similar. pero en cuanto a Sixto me llamo mucho la atencion su mirada y como en ella dejaba traslucir un sentimiento de que la creacion era mas que un "producto" y he aqui donde la cuestion de los ritmos y la xenofovia se deja traslucir como un inmigrante en su poesia, su musica, lleva con el su mensaje de emancipacion, y nada mas representativo que en sudafrica se convierte en un gran portavos, un cantor de lo autoctono, y no en un poeta de la disquera. en fin man, es mas que estaas lineas todo lo que represenata un poeta y su musica.

    ResponderEliminar
  9. Te felicito por el ensayo. Es muy de agradecer el simple cuestionamiento de un producto, que por su enfoque e intencionalidad, parece no haber generado detractores, y sí una masa enorme de ditirámbicos fans. Vaya por delante que a mí el documental me ha parecido un acierto, porque sus mentiras y sus malas artes calan en el espectador antes de que éste, si tiene un mínimo de sentido crítico, comience a ponerlo en entredicho como tú bien has hecho.
    Estoy especialmente de acuerdo con tu planteamiento, cuando aludes a la absurda y sistemática pleitesía iconográfica que nuestras actuales sociedades rinden al producto prefabricado. Esto ha cristalizado en nuestra omnipresente posmodernidad fruto de romanticismos y ¨teorías del genio¨, por las que cualquiera puede hablar de Dostoievsky sin haberlo leído ¿importa realmente haberlo leído o basta con saber que era ruso, escritor...? a esto me refiero.
    Qué importa cuáles son las canciones de Sixto, tras la presentación de su historia nos hubiera servido cualquier cosa. La pieza artística no son sus canciones, tampoco lo es él mismo. La pieza es un documental cuyo mayor logro es haber conseguido la dosis justa de falsedad para crear un efecto casi infalible en el espectador sin parecer tendencioso y sensiblero (que lo es).
    De nuevo te felicito por tu espíritu crítico.

    ResponderEliminar
  10. Gran debate. Me gustaría el link del que pudiste descargar los discos de Sixto, para poder bajar esos discos, gracias.

    ResponderEliminar
  11. Yo encontré la discografía completa de Sixto Rodríguez en torrent, con excelente calidad, suerte...

    ResponderEliminar
  12. Quizas tengas razon, pero si esto no se hubiera hecho Sixto se hubiera perdido con el tiempo. Ahora estara para siempre. Al documental le dieron un toque como en las peliculas de Disney. A mi me parecio bueno y quizas lo vuelva a ver

    ResponderEliminar
  13. Subjetivo es lo que se siente y subjetivo es todo.
    A ti te parece todo lo que dices del documental, a mi no me parece, entonces quien esta errado? un verde intenso para mi, puede parecer difuso para ti, puede ser que no veamos bien, o que tu veas mejor que yo, o a la inversa, pero eso cambia el color real? pero.. cual es es color real? es mas... existe lo real? o mejor.... no existe el verde en el verde que vemos?? TODO ES SUBJETIVO Y LO QUE ES BUENO PARA MI, PUEDE SER QUE MAÑANA O PASADO NO LO SEA MAS !!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. bightcr: el problema de la verdad absoluta de descartes, es que ésta impide el diálogo, el intercambio de opiniones y la diversidad... te felicito por tener tu verdad absoluta...

      Eliminar
  14. "Todo depende del cristal con que se mire" Si a nadie se le ocurre contar la historia, y si no gana el Oscar, probablemente no existieran estos "blogcomentarios" o sea por que los chinos han comprado tantos discos de Julio Iglesias?, por el beat o porque añoran su bronceado. Sixto es bueno y valio la pena buscarlo.

    ResponderEliminar
  15. en el texto nunca se señaló que la múisca de Sixto Rodríguez sea mala...

    ResponderEliminar
  16. ujule: en primer lugar, ya que defiendes el diálogo, el intercambio de opiniones y la diversidad, no debieses dedicarte a criticar a quien no está de acuerdo contigo, a la vez de dejar pasar limpios a quienes avalan tus ideas.
    Lo segundo, te diré que estoy en desacuerdo con casi todo tu análisis, partiendo de tu premisa de la "mentira" y que aparece casi en cada párrafo. Bastaría con haber hecho un artículo acerca de lo que faltó analizar en la película (el afro beat) y sería más certero tu análisis. Pero el hecho de que para ellos no fuera importante, no es una mentira, es sólo que tuvieron otro foco, lo que realmente les interesaba era el efecto de sus letras en el movimiento de liberación, por expresarlo de algún modo.
    Si este larguísimo artículo sólo se dedica al beat (ya que las menciones a otros aspectos son mínimas), caes en el mismo error: centrar todo el discurso en UN aspecto del fenómeno (insisto en que los otros temas sólo los esbozas tangencialmente). Si alguien más argumentara como tú lo haces, diría que todo tu blog es una mentira del capitalismo o anticapitalismo o quién sabe de qué. En mi caso, creo que has errado en la argumentación. Eso sin pretender negar los que expones sobre el beat.
    Por otra parte, que alguna gente quiera hacer una película que en el fondo es un homenaje a su ídolo, no lo transforma en una maquinación del capitalismo (¿para qué abundar yo en palabras sobre este punto?).
    En tercer lugar, exageras en la comparación con esos otros dos cantantes que hasta aburrido me resulta mencionar.
    Por último, evita el gran abuso de adjetivos, que cansan y distraen la lectura. Vicente Huidobro bien dijo: "El adjetivo, cuando no da vida, mata".
    Roberto.

    ResponderEliminar
  17. La verdad es que estoy de acuerdo con las ideas donde hablan que el texto es pantanoso, efectivamente la redacción te hace perder interés como al tercer párrafo, pero haciendo el esfuerzo por terminar de leerlo (por respeto al escritor), la verdad es que no coincido prácticamente con nada, descubrir a Sixto Rodriguez por medio de un documental se me hace tan lejano de las politicas neoliberales de Zedillo que creo que tienes mezcladas las cosas de manera incorrecta. ¿Cambió el orden mundial o se confirmó la carrera neoliberal con el documental? No creo. Ahora, la búsqueda que haces sobre los ritmos africanos y sus influencias se te diluye cuando es más que obvio que tuviste que hacer consulta wikipedica para citar a algunos músicos. Casi puedo entender que no eres un adolecente cuando citas a Zedillo y los años 80's, pero tampoco creo que los que te apoyan tengan tu edad (deben ser algunos muy menores) y casi ni siquiera creo que hayan comprendido que te contradices varias veces en tu texto... apoyar una causa nada más porque está contra el sistema ya no funciona... ¿o el ejercito zapatista que sugió en tiempos de zedillo (ni sé porque pongo con mayúscula el apellido de ese idiota) cambió algo? Yo creía en ellos y a 20 años ¿cuál es su gran logro? Y el documental de Sixto los desacredita por apoyar según tú el neoliberalismo? Insisto que tienes confundidas algunas cosas. Y hay dos cosas que me llaman la atención: no mencionas que las letras de Rodriguez tuvieron gran impacto entre los jóvenes PROGRESISTAS de esa época, creando a partir de él su movimiento musical en su lucha contra el sistema y al decir PROGRESISTA como lo mencionan en el documental, nos referimos a Sudafricanos BLANCOS, que no sé si comprendiste que esos músicos influenciados por él, fueron quienes lo apoyaron en el escenario.
    Te voy a decir una gran enseñanza de un gran maestro: "Si no te gustan las cosas como son, da Gracias a Dios que las cosas son como son". Y créeme, que cuando se menciona a Dios en esta frase NI POR ERROR se refiere al conformismo. Es al punto donde debemos aprender a cambiar el alrededor, cambiando nosotros.
    En fin, seguramente habrá polémica por esto último, pero mi consejo es: lee más.

    ResponderEliminar
  18. Me parece que al autor de este escrito le ganó la pasión de su anti-establishment y se la complicó al tomar como ejemplo un documental, que como tal, es solo un documento de muchos que pueden existir al respecto y sobre el cual cada quien puede tener su propia visión o versión. Pero no culpo al autor, porque a quienes nos gusta escribir, en ocasiones a mitad del texto empezamos a "tirar pal monte" y si no recapacitamos, nos dejamos ir y nos perdemos en el fragor de la pasión personal. Saludos.

    ResponderEliminar
  19. Bona nit, la vaig veure en una sala de cinema alternatiu i quan va acabar la gent vam aplaudir.

    Trobo escasa la qualitat musical d'en Sixto Rodríguez (o no és del meu gust), ara bé dit això, ell va arribar a moltes ànimes pels motius que fossin i ell mostra una modèstia i personalitat digna d'admirar tal i com ho ofereix el film.

    Per què no va triunfar a EEUU? Trobarem causes de tota mena, a mi és el que menys m'importa, jo em quedo amb el personatge, amb en Sixto Rodríguez, per exemple agafant la guitarra a casa seva a ple hivern després de treballar de manobre en la construcció dins d'una casa sense calefacció. Amb les declaracions dels seus companys de feina, la de les seves filles, de la discografia...
    Hi ha poesia, hi ha fermesa.

    El trobo autèntic i ben real.



    ResponderEliminar
  20. El film és una cosa independent de Sixto Rodríguez com a músic ... la seva qualitat musical no est'pa en qüestió , però sí les trampes que a vegades fan a la pel • lícula per vendre un conte de fades amb final feliç ... però a més , per la manca de cirterio per fer una anàlisi més completa sobre la proposta musical que li va donar fama a l'Àfrica ... gràcies per escriure..

    ResponderEliminar
  21. No encuentro elementos de "afrobeat" contundentes en las grabaciones de estudio de Rodriguez. Si acaso una especie de marimba. (La marimba es invención maya)

    ResponderEliminar