Vergonzosamente méxico se ha
ganado un reconocimiento internacional por la manera tan mierdoza en que se vende
la política, se practica la corrupción, se ejerce la falsa democracia y se
reproduce la pobreza.
Ante las próximas elecciones
presidenciales de este 2018, el juego sucio visto hasta ahora del sistema
contra la izquierda, es nada comparado con lo que sucederá en las próximas
semanas y que seguro nos ratificará como puntales de la vergüenza.
La elección de este año hiede a
lo que apesta cualquier proceso electoral de nuestra historia: la ejecución de
un fraude para evitar que gane Andrés Manuel López Obrador, candidato de MORENA,
pese a que lleva más de un año con cómoda ventaja sobre los demás candidatos.
Obviamente que un golpe de estado
para impedir su triunfo es algo remoto, un fraude cibernético para favorecer al
candidato oficial es difícil porque ocupa los últimos lugares de intención de
voto, así que el plan “B” es Ricardo Anaya Cortés, el candidato de la extrema
derecha del PAN.
¿En qué consistiría el fraude
electoral (si es que se atreven)?, empezó cuando se aprobaron las candidaturas
de dos independientes (que a todas luces no cumplían con los requisitos), para
fragmentar el voto, después se simuló un pleito entre Anaya y el presidente
para hacer creer a la sociedad que hay una separación de intereses, ideologías
y objetivos, y ahora se están difundiendo encuestas de tendencia amañada (como
la de GEA/ISA) que pone a Anaya en empate con Obrador.
¿Qué sigue? ya que la distancia
entre el candidato de MORENA y el del partido oficial es inmensa, el proyecto
es imponer a Anaya (sobre quien pesan acusaciones sobre lavado de dinero,
tráfico de influencias y asociación delictuosa), inventando un escenario en el
que la contienda es cerrada para facilitar fórmulas que muevan votos de un
candidato a otro.
Sí, la consigna es NO permitir
que gane López Obrador, así que han comenzado a inflar a Anaya (empezando por
la renuncia de la inefable Margarita Zavala, también de la derecha, simulando
un escenario en el que a falta de candidata los votantes se inclinarán por el
PAN), con el objeto de hacerlo ver como un contendiente real y es aquí donde
entraría la última fase del fraude, pues dado que el conteo de votos es a
través de un programa informático, los algoritmos estarían preparados para
manipular dos escenarios:
El primero, en el que se aumenta
la votación para imponer a Anaya y se reduce la de Obrador (como sucedió en la
elección presidencial de 2006)… el segundo, se incrementa la votación para
imponer a Anaya agregando votos del candidato oficial, la consigna López
Obrador no gana.
Los medios ya hablan de que el
triunfo de MORENA es irreversible, sin embargo, no olvidemos que méxico es
tierra de surrealismos que hacen ver a Hollywood como aprendices de efectos
especiales.
Cuando me piden mi opinión sobre
el proceso electoral, comento que no me preocupan los planes del sistema para
evitar que gane la izquierda, lo que me inquieta es que el mexicano enfutbolado
que no salga a votar o que lo haga y asuma resignado un resultado fraudulento,
pues ello equivale a seguir empeñando el futuro de sus hijos, nietos y demás descendencia
que no dudará en imitar la indiferencia de sus antecesores.
No hubo fraude, pero: https://youtu.be/S2_vFlFZG6E?t=147
ResponderEliminarBienvenido a la "izquierda"
jajaja, sí hubo fraude: a favor del candidato que ganó, previo acuerdo con el pri... candidato que nada tiene de izquierda y mucho de derecha... así que espantado el fantasma comunistoide por parte de los brujos neoliberales.... saludos...
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