Hace
unos días el historiador mexicano de origen francés Jean Meyer publicó un ensayo titulado: “¡A destruir la Tierra, pues!”, en el que ofrece
cifras escalofriantes sobre la extinción de la vida en el planeta tierra.
Menciona,
entre otras cosas, que: “el 70% de las
aves del mundo se encuentra preso en nuestros criaderos y 60% de los mamíferos
se crían en establos, muchas veces en condiciones “inhumanas”.
Agrega
que: “en Europa del Oeste, en quince
años, la tercera parte de los pájaros de los campos ha desaparecido … Los
insectos han sufrido un derrumbe de 80% en treinta años en Europa … En
Alemania, el número de insectos voladores bajó de 80 a 75% … estudios
semejantes en Francia, aún no publicados, mencionan una reducción de 85% en los
últimos 23 años ... la selva del Chaco, al Norte de Argentina, confines con el
Chaco boliviano y el Mato Grosso brasileño, ha perdido ocho millones de
hectáreas de bosque desde 1990 ... las Amazonas perdieron 6 mil 200 kilómetros
cuadrados de árboles en 2015, y la sábana brasileña perdió otros 9 mil 400
kilómetros cuadrados”.
Sin
embargo, otras cifras, publicadas a lo largo de este año ahondan en la gravedad
del problema: “Hace poco más de un siglo,
había unos 100.000 tigres salvajes que vivían en Asia. En la actualidad, quedan
menos de cuatro mil. Se ha perdido el 96% de su población” … Una de cada diez
especies de plantas, de las 250.000 descritas en el mundo, se encuentra en
peligro de extinción … y casi el 50% de todas las especies vegetales del
Planeta están en peligro de llegar a extinguirse”.
Para
no variar, en méxico, cifras alarmantes señalan que: “en los últimos 30 años se
ha perdido 40% de toda la fauna que había en el país, mientras que entre 25 y
30% de flora y fauna se encuentra en peligro de extinción, de continuar esta
tendencia se podría perder otro 20% de las variedades que alberga en los
siguientes cuatro o cinco años”.
Y
si no fuera suficiente, a nivel mundial hay 19 especies en peligro crítico de
extinción: Elefante de Sumatra, Gorila de la montaña, Gorila occidental de la
llanura, Gorila oriental de las Tierras Bajas, Gorila del río Cross, Leopardo
de Amur, Marsopa negra o cerdo del Yangtze, Rinoceronte de Java, Rinoceronte de
Sumatra, Saola, Tigre malayo, Tigre de Sumatra, Tigre del sur de China, Tortuga
Carey, Orangután, Orangután de Borneo, Orangután de Sumatra, Vaquita marina,
Cóndor de los Andes y Jaguar mexicano.
A
los anteriores se debe enlistar los que se han sido declarados oficialmente
extinguidos: Pájaro carpintero imperial, Tigre de Tasmania, Sapo Quimbaya, Bucardo,
Puma del oriente de Estados Unidos, Dodo, Alca gigante, Rinoceronte lanudo, Cebra
de las llanuras, Delfín de agua dulce, Foca monje del Caribe, Macho del
rinoceronte blanco, Zampullín enano, Delfín chino de río, Tortuga de Abingdon, Ostrero
unicolor canario, León marino japonés y recientemente el Rinoceronte negro.
Da
flojera leer estas cifras? aburre un listado de especies desaparecidas?
Entonces regresemos a temas concretos como las 300 tortugas golfinas (marinas)
en peligro de extinción que fueron encontradas muertas en la costa de Oaxaca,
ubicada en el sur de méxico. Los animales estaban flotando y en avanzado estado
de descomposición, atrapados en redes de pesca atuneras.
Las
causas de la extinción de una especie son resultado de la destrucción de su hábitat, la caza
o captura, la contaminación, la deforestación o el cambio climático, esos
factores son consecuencia de la intervención directa de unos cuantos seres
humanos, pero a ella hay que agregar una más, quizá la más grave de toda: la
indiferencia de millones a quienes no les importa la desaparición de la flora y
la fauna en el planeta… hasta que no sean ellos los siguientes en extinguirse.