El Bordo: Sergio Galindo en la lupa



1.
Una de las ironías de ser escritor en mexiquito es que pese a contar con grandes dotes literarios, lo que les puede entregar este país como reconocimiento “oficial” a su gran creatividad es la ingratitud…

Tal pudo haber sido el caso del gran escritor mexicano Sergio Galindo Márquez, pero…

2.
Nacido en la ciudad de Xalapa, en Veracruz, Sergio Galindo fue un novelista, cuentista, editor, académico, promotor cultural, guionista de teatro, ocasional poeta, viajero empedernido, padre de una numerosa familia, amante de la música y de los perros...

Su primer libro vio la luz ya siendo “grande” en términos de edad (para el promedio en la que los escritores nóveles empiezan a ser editados), a los 25 años: una compilación de cuentos titulada “La máquina vacía”… y sería hasta 1958 (7 años después), que publicaría su siguiente obra: la novela “Polvos de arroz”…

Destacó entre otras cosas por haber fundado el Departamento Editorial de la Universidad Veracruzana y la revista “La palabra y el hombre”… trabajó para la Dirección General de Divulgación de la Secretaría de Educación Pública y fue director de Instituto Nacional de Bellas Artes… asimismo en su honor se estableció el “Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo” jóvenes autores latinoamericanos…

En la Universidad Veracruzana creó la colección “Ficción” y las series “Biblioteca de la facultad de Filosofía y letras” y “Biblioteca de la facultad de Derecho”, de las cuales la primera le permitió impulsar escritores jóvenes como Vicente Leñero, Elena Garro, Vicente Carballido, Josefina Hernández y Eraclio Zepeda… también aprovechó la colección para ser de los primeros en publicar en este país a Ryzard Kapuscinski, Gabriel García Márquez, André Coiné y Juan Carlos Onetti…

Recibió varias distinciones y ganó diversos premios a nivel nacional e internacional, entre ellos el “Premio Mariano Azuela”, el de “Bellas Artes de Literatura”, el prestigiado “Premio Xavier Villaurrutia”, el “Premio José Fuentes Mares” y el “Premio Polaco al Mérito Cultural”… también fue nombrado “Oficial Honorario de la Orden del Imperio Británico” y recibió la “Orden de la Estrella de Yugoslavia”… fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Real Academia Española y en su honor la Sociedad General de Escritores Mexicanos fundó la “Escuela de Escritores y Cinematografía Sergio Galindo”…

Sin embargo, su importancia en la literatura mexicana no es por haber desarrollado un currículum dentro de la burocracia cultural del gobierno, sino porque su obra literaria fue lo suficientemente propositiva para ganarse el reconocimiento como uno de los mejores escritores de este país…

 
3.
Sergio Galindo tiene en su haber 16 libros publicados entre novelas, cuentos y obras póstumas, de entre los cuales varios de ellos fueron traducidos al polaco, alemán, francés e inglés…

Cuenta a su vez con algo parecido a un best seller: la novela “Otilia Rauda” publicada en 1986, misma que le permitió no sólo ser conocido por las nuevas generaciones de lectores, sino que su impresionante creatividad literaria fue revalorada al grado de que ese texto lo catapultó a nivel internacional…

Si bien es cierto que es la novela “Otilia Rauda” la que le permite pasar a ser un autor de lectura para las masas, es con el libro “El Bordo” donde alcanza de manera indiscutible el punto máximo de un estilo literario jamás inigualado…

4.
Destacó también en el medio cultural mexicanito por otros motivos: se inscribió como miembro activo de los excesos del medio cultural al hacer del alcoholismo un modo vida (afirmaba* que “el alcohol propiciaba la escritura”), haciendo de sus parrandas anécdotas memorables… y confesó, por ejemplo que “no hubiera podido escribir – la novela - Declive sin haber tenido una propia y rica experiencia alcohólica por muchos años y con bastante fortuna. me gustó mucho disfrutar la bebida, fue encantador”

Al mismo tiempo, sus incendiarias declaraciones, rudas y directas, sobre el medio intelectual y cultural del país, le granjearon polémica fama y poderosos adversarios:

En alguna ocasión afirmó ante una ridículamente indignada Elena Poniatowska, que el Distrito Federal merecía ser acusado de “ser excesivamente provincialista”

Advirtió que “el estado sí quiere dar cultura, dar más. lo grave es que hay tantos y tantos señores que hacen esta cultura por su lado y en tan distintas dependencias, que no se consigue nada. así se dispersan los recursos y se equivocan los caminos”

Durante una entrevista respondió tajante ante una provocadora pregunta:

- si lo invitaran a dirigir nuevamente Bellas Artes, aceptaría?”
- “jamás”

Señaló sin tapujos que: “nuestro país es una nación con un sin número de problemas, a veces siento que no tenemos ni siquiera sentido de nacionalidad, o si existe es muy vago. nos falta sentido de identidad”

Ni siquiera él mismo se salva de la autocrítica: al preguntársele sobre su vocación literaria decía que: “nació de dos constantes de mi naturaleza, una gran pereza y una inagotable sed… soñaba con tomar (licor) Pernod, pero, claro, he tenido que concretarme a Ron castillo”… sin embargo, en 1979 se le detectó daño irreparable del hígado, por lo que dejó de beber y de paso tuvo que desdecirse: “no me costó trabajo volver a escribir ya sin alcohol, e incluso puedo decir que ha sido uno de los periodos más fructíferos que he tenido”…

También se dio tiempo de ser un provocador profesional: ante las críticas que recibió el texto “Retrato de Anabella", en donde una mujer tiene relaciones sexuales con su sobrino, respondió con cinismo: “lo que pasa es que me habitué a saber muchas cosas – de la gente- y a no juzgarlas jamás”

 
5.
Afirmaba sin tapujos no me propuse ser escritor porque lo era. además, no podría haber sido otra cosa”… y en su momento confesó que se sentía más a gusto en la novela que en el cuento, argumentando que la ventaja de la primera: “es no tener la presión de que tiene que acabar o no”

Quizá esta confesión, junto con el principio fundamental en el que se basaba para escribir cada palabra (“yo nunca sé a quién va dirigida mi obra”), es la que hace de su novela “El Bordo” su obra más característica y acabada en términos de su estilo literario…

6.
Según afirman los biógrafos, su vida transcurrió permanentemente entre Xalapa y el Distrito Federal… él mismo señalaba que su ciudad natal lo marcó en forma definitiva al escribir y ello se puede apreciar en “El Bordo”, libro en donde lleva el miedo y obsesiones de sus personajes clase medieros a la máxima expresión de su estilo literario…

En la novela “El Bordo” se relata la historia de una familia a través de una lucha generacional, en donde las raíces mestizas de los personajes (esa incomprendida mezcla de sangre india y española), dan paso a personalidades opuestas que no son capaces de ver que sus luchas intestinas contribuirán a la decadencia y final desintegración del antagónico linaje…

La trama se desarrolla de manera asfixiante en los límites cerrados de una hacienda, en donde los días nublados, la lluvia, los cerros, la niebla pero sobre todo “el misterio” sobre el origen de muchas situaciones, juegan un papel fundamental de límites a través de los cuales los personajes prefieren no mirar más allá, para concentrarse en el odio convertido en un vulgar canibalismo familiar…

La personalidad de cada protagonista sería posteriormente desarrollada (ya sea por separado o entrecruzándose en términos de carácter), en las subsiguientes obras de Galindo, en la cual los personajes de otros libros como “Nudo”, “Los dos ángeles” y la ya citada “Otilia Rauda”, siempre se enfrentarán en actitudes opuestas: entre el miedo y la valentía, entre el odio y el amor, entre la rivalidad y la fraternidad, entre el abuso de poder y la sumisión, entre la felicidad y la tristeza, entre el cinismo y la hipocresía, entre la venganza y el perdón… entre la vida y la muerte… todo en una vivisección de la mezquindad humana que prácticamente es el motor que lleva a comportarse a las personas, a lo largo de la historia, como lo han hecho durante siglos: egoístamente…

Él mismo reconoció no sólo con respecto a la novela “El Bordo”, sino en general acerca de todos sus libros, que siempre “hacía” una crítica abierta a los valores de la clase pudiente…

Curiosamente en el final de “El Bordo” nos demuestra su maestría, al recordarnos que todo es eterno y al permitir que la canallada humana comience de nuevo en otro tiempo y lugar, pero siempre bajo el encadenamiento de la misma nueva vida sometida siempre a los caprichos del más fuerte…

7.
Llama la atención en sus personajes la presencia de un feminismo, aunque pasivo y siempre disfrazado, lo cual se puede apreciar a través de la importancia que tiene el protagonismo de las mujeres en la mayor parte su obra literaria, sin embargo, hasta en esta tendencia el propio escritor dejó fluir esa visión contrapuesta de la vida al publicar su novela “Los dos ángeles”, en donde el personaje principal es un hombre…

 
8.
No se puede negar que los textos de este escritor son un fiel retrato de la realidad cotidiana de nuestro país, y que en sus protagonistas, trabajados a manera de espejos, podremos vernos reflejados en alguno u otro aspecto de su personalidad…

Como sea: tampoco debemos olvidar que el conjunto de su obra literaria (la cual muestra en toda su amplitud los vicios y virtudes en los que somos capaces de incurrir), si bien le llevó a ocupar un merecido lugar en la literatura mexicana, también le acarreó grandes enemigos que durante los últimos años de su vida le mantuvieron en una especie de marginación del mundo cultural mexicanito…

Él de vez en cuando trataba de contrarrestarla calificando su situación como “independencia”, afirmando que la generación de escritores a la que él pertenecía (y en la que incluía a Sergio Pitol, Rosario castellanos, Jaime Sabines, Josefina Hernández, Juan Vicente Melo y Emilio Carballido entre otros), fueron “una generación sin grupos”

Sus ideas no siempre fueron bien vistas por las mafias culturales (tan solapadas por el gobierno para copar a los incipientes intelectuales que dieran muestras de una peligrosa rebeldía que pudiera desestabilizar al sistema), sin embargo, el rechazo entre esos oportunistas y Sergio era recíproco: él tampoco los toleraba, más el autor tuvo a su favor un factor que por su peso nadie pudo ignorar: el reconocimiento internacional…

9.
Él mismo era reacio a comentar sus libros… argumentaba que su obra “hablaba por sí sola”, y que finalmente para opinar estaban “sus lectores y la crítica especializada”… y en este sentido no queda otra opción más que darle la razón: cualquiera de sus textos, entre novelas y cuentos, son un deleite de principio a fin…

Murió un mes de enero a los 67 años en el puerto de Veracruz, lugar a donde había cambiado su residencia en búsqueda de una mejoría del enfisema pulmonar que le aquejaba y que fue el motivo que finalmente terminó con su vida…

Su fallecimiento tuvo gran repercusión internacional… a nivel nacional el mundo cultural en general y el literario en particular, se declaró “conmocionado”, provocando que muchos escritores se dijeran hipócritamente sus amigos y otros más se rasgaran las vestiduras reconociendo su valía como escritor y persona… se le hicieron honores de cuerpo presente y varios homenajes post mortem… y por más que sus detractores buscaron que éste escritor incómodo pasara al olvido, no lo consiguieron: en la actualidad sigue siendo referencia en el ámbito intelectual, sus libros han sido reeditados en ediciones de gran calidad, su obra es citada permanente en el medio académico y es constantemente sujeto análisis a través de ensayo y libros…

Sin embargo, independientemente del culto que exista alrededor de Sergio Galindo, su manera de ver al mundo tal como lo consignó a través de cada página de todos sus libros, es lo que le hace un escritor único…

* las letras en cursiva y entrecomilladas son declaraciones textuales del propio Sergio Galindo…

Joe "King" Carrasco: el verdadero Rey



1.
Hay quienes piensan que mexiquito sólo saldrá del subdesarrollo si moderniza su economía, sin darse cuenta que los verdaderos retos a superar son su ancestral resignación, su inquebrantable conformismo y su inmortal ignorancia…

De unos 25 años para acá, este país aparentemente ha evolucionado al adquirir una apariencia cosmopolita que se aprecia sólo en las grandes ciudades, tratando de ocultar que en provincia el abandono, la miseria, la muerte por enfermedades curables, la barbarie, la pobreza, los cacicazgos locales, el analfabetismo y la impunidad, permanecen intocables y reproduciéndose de la misma manera en que existía hace cientos de años…

2.
Resulta patético que en la actualidad un importante sector de la población joven piense que por presenciar conciertos masivos (con los vergonzosos U2, de los ambiguos Pearl Jam, de los psicóticos Palcebo, de los aferrados Iron Maiden, de los autistas Radiohead, de los miserables Metalllica o de los melancólicos Codplay), siempre se tuvo acceso a este tipo de entretenimiento momentáneo… sin embargo, deberían de saber que fue hasta principios de los años 90 que los déspotas gobernantes permitieron que el rock como cultura saliera de su modo de vida subterráneo para masificarse, siempre y cuando se cuidaran las formas, algunos contenidos morales y por su puesto: que estos espectáculos fueran por demás rentables…

Ello no quiere decir que las nuevas generaciones sean diferentes a las que les precedieron… nadie se salva de ser manipulado, pues también llevarán a cuestas la cruz de la escasa visión sobre su existencia y la falta de valor para exigir el derecho a tener una vida con oportunidades, y en vez de ello prefieren ser consumidores igual que sus padres, de la escasa cultura (y sí mucha basura) que hay en este país, como los mencionados conciertos de rock, atascarse durante horas de MTV o descargar gratuitamente música desde la web, sin entender que haber nacido programados para ser vulgares homo-videns no les obliga serlo ni aceptar sumisamente esta condición…

Es precisamente la generación anterior a los actuales jóvenes, la de los años ochenta*, la más peligrosa para la estabilidad del mexiquito actual, pues se ha colocado manipuladoramente a hombres y mujeres en puestos ventajosos, con poder político y económico en las manos y con una formación ideológica tan banal, producto de una de las peores etapas castrantes establecidas por Televisa (en complicidad con la dictadura perfecta del Partido Revolucionario Institucional), que sólo así se entiende que la toma de decisiones de esta prole esté basada en la estupidez… y todo para qué? para formar parte de la cadena de manipulación que desde hace siglos se reproduce de manera continua en el ADN de esta raza…

Estos millones de “señoras y señores” vivieron durante si juventud bajo el encantamiento y la seducción visual de productos artísticos ochenteros perversamente delineados por Televisa (la cual ha sido la verdadera Secretaría de Educación Pública al formar), a través de los cuales se les inculcó y dictó un comportamiento basado en la mediocridad, la sumisión, la falsedad, la estupidez, la vulgaridad, la fantasía y la ignorancia… estos robots son quienes hoy gobiernan este país…

Por ello es que los jóvenes de hoy no comprenden a sus cuarentones progenitores, cuando su madre llega a un orgasmo en el momento en que las estaciones radiofónicas de espíritu retro programan una canción de Emanuel o si ven correr a su padre al baño después de escuchar algunos de los gemidos que Lucía Méndez fingía a mitad de sus canciones…

Precisamente por lo patético de esta situación, a su vez enriquecida por rarísimas e irónicas anécdotas, es que los años ochenta son más que divertidos…

En plena promoción

3.
Apenas inició la década ochentera los artistas más famosos que dominaban la radio, televisión, la prensa y hasta el cine, eran personas ridículas y patéticas a quienes los caza-talentos convencieron de tener un don que las podría convertir en estrellas, pero cuya finalidad era reproducir (actualizándolo) un esquema que tuviera a la sociedad mexicana pegada más horas a la televisión, consumiendo vía intravenosa la turbadora personalidad del peor producto de la ignorancia representada por despreciable basura humana como Yuri, Flans, Mijares, Pandora, Daniela Romo, Mijares, Dulce, Laura Flores, José José, Vicente Fernández, Lucía Mendez, Emanuel, Rocio Banquells, Juan Gabriel y Lupita D'alessio…

En la peor de las manipulaciones intelectuales, los mexicanitos se tragaban enterito aquel cuento de que el grupo Timbiriche tocaba rock, mientras en otros lados del planeta, en aquellos años, se grababan discos que cambiaron totalmente y para siempre el panorama de la historia de la música, a través de bandas que alcanzaron su máxima creatividad como lo hizo Yes en su disco Drama… Black Sabbath – Heaven and Hell… Frank Zappa – Joe’s Garage… The Stone Roses - The Stone Roses… Steve Miller Band – Abracadabra… The Number of the Beast… Revolting Cocks – Big Sexy Land… N.W.A. - Straight Outta Compton… o Bauhaus - In the Flat Field… así que ante este cúmulo de irrupciones telúricas de sonidos o discursos que hicieron que la música nunca volviera a ser la misma, decir que Timbiriche era total y absoluto rock no era otra cosa más que una muestra de esterilización mental…

En aquella ridícula etapa de la historia de este país (aunque esta raza lleva a sus espaldas varias épocas doradas, la mayoría bastante vergonzosas), sucedió una curiosa anécdota que no pasó a mayores, ya que la manipulada prensa y televisión de aquellos años no la consignó (quizá ni se enteró) y sólo quedó en breve nota en el periodismo underground…

4.
Por ahí de 1983 llegó a México en forma por demás anónima un norteamericano llamado Joseph Charles Teutsch, nacido en el poblado de Dumas en Texas, un guitarrista, cantante y ocasional actor que traía bajo el brazo dos discos que comenzaban hacer ruido en la escena musical independiente norteamericana: Synapse Gap y Party Weekend…

Mejor conocido como Joe “King” Carrasco este yanki de cara bonachona, cabello rubio, mirada vivaz y sonrisa eterna, tiene una curiosa descendencia que combina sangre holandesa y extrañamente (porque él lo afirma), mexicana… y fue en esta tierra en donde se enfrentó a la indiferencia ante su propuesta musical, en el mejor de los casos, cuando no al abierto rechazo y constante burla de esa raza que, insisto, consideraba que todo el rock comenzaba y terminaba con Timbiriche…

 Portada del disco

Llegó este país con esos dos discos, una guitarra en la mano, una gran bocina y una corona con la que quería dejar claro que él era El Rey… y aunque en su momento nadie supo qué tierras extraterrestres gobernaba, con el tiempo se supo que en realidad Joe se asumía como “El Rey” de su inventado Tex-Mex Rock’n’Roll…

5.
Desmadroso, aferrado a lo que buscaba, culto en los menesteres de la vida, hiperactivo, ocurrente e incansable ha grabado 23 discos desde 1978, muchos de los cuales apoyado por músicos por demás disímbolos en los que su pasión por la cultura mexicana la deja más que clara en los nombres de sus Bandas, como su inicial “Joe King Carrasco & El Molino”, “Joe King Carrasco & The Crowns” y el más conocido aunque breve “Joe King Carrasco y los Coronas”… los nombres de sus discos también lo aclaran: “Día De Los Muertos”, “Hay Te Guacho Cucaracho”, “Rancho No Tengo” y “Concierto para Los Perros”…

Para algunos la música de Joe “King” Carrasco no pasa de ser rock chicano, sin embargo, tanto él mismo como las crítica pasan de un término a otro para definirlo, los cuales van desde simple Rock & Roll, Polka-a-Gogo, Rock and Latin rhythms, Tex-Mex, Tequila reggae, Polka-rock e incluso el impreciso New wave… ha recibido varios premios, como el “The Texas Music Academy”, el “Lifetime Achievement Award” y forma parte del “Austin Music Hall of Fame” con el combo “Joe King Carrasco and The Crowns”… fundó la organización “Viva Perros” para apoyar a canes indigentes y maltratados …y de paso fundó su propia compañía “Anaconda Records”…

Tiene otros logros, como haber sido entrevistado por la (tan elitista) revista Rolling Stone, aparecer en el legendario programa norteamericano Saturday Night Live (recomendable ampliamente, en cualquiera de sus temporadas), contar con la participación en los coros de Michael Jackson y ver grabada una versión de su tema “Pachuco Hop” en manos del saqueador-multicultural Manu Chao…

Y por qué deberíamos tomarnos en serio a Joe “King” Carrasco, si ya han existido propuestas más serias en eso de rock (chicano), con influencia de ritmos mexicanos como los Texas Tornados, Aztlan Underground, El Rayo X, Thee Midniters, Unloco, Downset, Spineshank, Fenix TX, Union 13, Voodoo Glow Skulls, Akwid, El Chicano, Ozomatli, Tierra, Los Lonely Boys, Chango y a Los Lobos, muchas de ellas musicalmente vigentes?…

Precisamente por eso, porque Joe no es mexicano ni se toma en serio eso de mantener “una identidad cultural fuera de las fronteras aztecas”… y quizá lo más importante: porque su música es alegre y divertida de principio a fin, tocada con el corazón y desde el alma…

6.
Sí, pero que tiene esto que ver con la despreciable década perdida, una de tantas, en términos de inteligencia y dignidad mexicana?

 En pleno jam con Shawn Sahm duarnte 2012

7.
Volviendo a la llegada de Joseph Charles Teutsch a mexiquito en 1983… este músico sabía perfectamente lo que traía en mente: darse a conocer a como diera lugar, y aunque no lo haya conseguido en esa ocasión, recorrió cuanto antro se encontró e hizo caso omiso de las ambiguas reacciones que despertó en el (ignorante) público que idolatraba a Yuri y Mijares…

De los pocos registros que hubo de su visita, quedaron contadas fotografías y cortas reseñas en las que durante algunos conciertos, las vulgarmente conocidas como “tocadas” o “tardeadas”, en las que de pronto Joe “King” Carrasco se subía al escenario disponible con su guitarra conectada a una bocina que colgaba de su pecho y con su eterna corona de “Rey” puesta en la cabeza y comenzaba a tocar sin más su material discográfico, como ya mencioné, ante una audiencia que en el mejor de los casos no comprendía de que iba ese gringo “güero” (sic)…

Así como llegó se fue… feliz por haber llegado al corazón, el Distrito Federal, la capital de este desdichado país (dueño de la más grande leyenda frustrada: la de los aztecas), pero contento por haber hecho sonar unas notas que aunque nadie comprendiera, siempre han latido en su corazón…

Y mientras tanto desde décadas antes, durante los ochenta y hasta la fecha, los mexicanitos nacen, viven y hasta mueren hundidos en la misma miseria intelectual moldeada por la televisión…

8.
Pese a la ambigua incomprensión (sic) con la que fue recibida su música, actualmente Joe “King” Carrasco vive en mexiquito… concretamente en Puerto Vallarta, en donde es dueño de un restaurant llamado “Nacho Daddy” y en el que toca regularmente cuando no está de gira alrededor del mundo… cuanta con gran reconocimiento de gran cantidad de músicos y constantemente es invitado a participar como músico en conciertos de diversos géneros musicales...

Ante la extraña propuesta lírico-musical de Joe “King” Carrasco, sólo puedo recomendar ampliamente el disco que grabó con los Coronas titulado “Bandido rock”... si bien difícil de conseguir, ya que lo tengan en sus manos y haya traspasado sus oídos hasta llegarles al cerebro, lo considerarán una joya musical…

* Entendiéndose como aquellas personas que vieron pasar su juventud, en aquellos años, con edades que fluctuaron entre los 15 y los 20 años…

Es lo malo de los libros 9

22.
Fui invitado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, organismo del gobierno español, para dar varios cursos durante una semana en Colombia, Bolivia y Chile: toda una travesía…

En aquella época una hermosa mujer de extraños ojos color amarillo prometió alcanzarme en Santiago para hacer de mi viaje algo inolvidable (y cumplió su palabra)…

Pero antes de eso y tras un pequeño contratiempo en materia de salud, llegué desde Bolivia a Santiago de Chile (el último destino antes de emprender el regreso a mi país), prácticamente en camilla y directo a un hospital donde irónicamente fui dado de alta en pocas horas si se toma en cuenta el estado comatoso en el que ingresé…

Tras una visita a una farmacia para completar la prescripción médica, finalmente arribé al hotel con incertidumbre por mis malestares, sin embargo, la posterior llegada de la esperada belleza hizo que todo el asunto se recompusiera bastante…

Una vez acomodados en suelo chileno nos organizamos de la siguiente manera: mientras yo estaría en el papel de instructor, ella se daría gusto visitando los museos del centro de la ciudad, y dado que el hotel se encontraba ubicado en la céntrica Avenida Bernardo O'Higgins, tendríamos varios puntos céntricos para vernos al medio día para compartir la hora de la comida…

Todo transcurrió sin contratiempos: nos levantábamos temprano, desayunábamos juntos, ella se iba a caminar y yo a dictar cátedra, nos veíamos al medio día durante hora y media para volver después ella a sus andanzas museográficas y yo a terminar mis sesiones académicas… en cuanto se escondía el sol nos poníamos a disfrutar de la noche, conociendo excelentes lugares como el restaurant El Mesón de la Patagonia y el famoso Club de Jazz de Santiago…

El asunto fue que terminó el maratón académico, asistí a una formal entrega de reconocimientos ante los organizadores, recibí un par de exquisitos regalos por parte de la complicada (pero a su vez increíblemente eficiente) Tatiana y cuando volteamos a ella y a mí y nos quedaban dos días libres, mismos que aprovechamos al máximo pese a que era un mes de junio y el invierno había entrado a Chile con intensa lluvia y exagerado frío…

Dentro de nuestras idas y venidas llegamos a un mall (vulgarmente conocido en mexiquito como centro comercial) llamado plaza “El Trébol”, en donde nos metimos a una bellísima librería llamada “Antártica” y pasamos las horas viendo libros y finalmente comprando algunos que resultaron una maravilla, entre ellos uno del polémico Alberto Fuget: no sólo por la desconocida edición sino también por el económico precio… ese mismo día ella me regaló un par de cds que descubrimos en otra tienda y que posteriormente recibieron la tinta de un romántico poema que ella me dedicó…

El asunto es que nuestro último día en la tierra de Salvador Allende yo debía tomar mi avión de regreso a las dos de la madrugada (ella saldría hasta las 8 de la mañana), así que aprovechamos el día y la noche hasta donde pudimos… una vez en el aeropuerto compré una tarjeta telefónica y me la pasé conversando con ella hasta que llegó la hora de abordar el avión… el trayecto y la llegada hasta mi casa, incluyendo una aburrida escala de cuatro horas en Panamá, pasaron esta vez sin sobresaltos…


Posteriormente ella también emprendió el regreso y cuando nos vimos al siguiente día para ir a cenar, sacó de su bolso un libro que compró en el aeropuerto… me platicó que debido a que llegó muy temprano a la terminal aérea, se metió a una librería y se encontró con varios textos, entre ellos una rarísima edición del libro “Casandra” de la filósofa y ensayista alemana Christa Wolf, cuya reciente traducción al español estaba siendo exageradamente cacareada en el medio literario chileno…

Así que hizo la adquisición para tener qué leer durante el vuelo… sin embargo, una vez en el avión, me confesó, le entró la melancolía y sin más consiguió una pluma con una de las azafatas, tomó el libro de Christa y antes emprender el vuelo se puso a escribir en todos los espacios que las hojas impresas le permitían el texto más apasionado que una mujer me haya dedicado…

Entre mis risas de siempre por sus inigualables ocurrencias, tomó el libro y me lo entregó a manera de regalo al tiempo que me decía: “es tuyo… finalmente todo lo que está ahí lo escribí para ti”…

Me quedé más que emocionado con el texto en mis manos, viendo su portada (una serie de nubes iluminadas por un potente relámpago) y después revisando la información sobre la sobria edición: lo había publicado la editorial Cuarto propio... pero lo principal: aguantándome las ganas de empezar a leerle en ese momento…

Sin embargo, ahí no terminó todo ya que sacó de una bolsa de plástico un par de libros que también me entregó y cuyas portadas de inmediato revisé: “La noche del Aguafiestas”, una novela del cubano Antón Arrufat (quien en aquella época todavía disfrutaba de las consecuencias – principalmente fama - de haber ganado el Premio Nacional de Literatura de Cuba), regalo que me dejó gratamente sorprendido por su exquisito gusto al escogerlo…

El otro era “El orgullo del Espíritu” de Rosemary Altea, el cual debo reconocerlo me dejó extrañado: la escritora es entre otras cosas médium y por la particular historia de su lejana vida (por aquello de que es inglesa), siempre me ha llevado a tomar mis precauciones con respecto a sus propuestas…

Revisé de nuevo la portada y al leer la sinopsis descubrí que era recomendado por el psiquiatra Brian Weiss (a quién a su vez ya le había leído varios textos)… levanté la vista y ante mi mirada de extrañeza ella levantó los hombros y torció sensualmente los labios con una discreta sonrisa, gesto ante el cual no me quedó más remedio que darle al libro el beneficio de la duda…

Finalmente ella puso su mano derecha sobre el libro de Christa Wolf y agregó: “no me importa que seas de los que no les gusta que rayen los libros… no tenía otra opción si quería dejar constancia de lo que me estabas provocando en ese momento”… a lo que le respondí que ante tan emotivo obsequio no podría de ninguna manera cuestionarle el atrevimiento de haberlo mancillado con su letra… 

Y desde entonces conservo cuidadosamente el texto en mi envidiado librero… incluso cuando después de tantos años me sigo cruzando con esos ojos de iris tono amarillo, uso esos instantes como pretexto para releer una vez más aquellas palabras agregadas en un libro…