El guion de la película de intrigas
internacionales llamada “Venezuela” sigue avanzando tal como se planeó: ha sido
un film planeado con años de antelación y en la que analizando con objetividad
los recientes acontecimientos, los principales actores no son el presidente, ni
el usurpador, ni el intervencionismo encabezado por las estrellas y las barras.
Tampoco lo es esa utopía llamada
“democracia”, ni el pretexto de la “ayuda humanitaria”, ni ese enemigo
intangible llamado “pobreza” ni mucho menos las "ideologías" huecas… quizá
deberíamos darle su lugar al petróleo, pero ese tiene un vulgar papel
secundario en todo el montaje.
El verdadero protagonista son los
ignorantes, esa masa que cree que apoya al presidente y un proyecto de nación,
la turba que endiosa al trío de traidores que está vendiendo la dignidad y la
soberanía de la patria para ser ellos los nuevos dirigentes, los nuevos
gobernantes, los que disfrutarán la opulencia que hoy critican (porque todavía
no la tienen).
Sí, los actores principales son la mitad que
piensa que las cosas deben cambiarles porque merecen todo y la otra mitad que
aún cree en las utopías (a las que por desgracia el imperio no ha dejado madurar).
No se necesita ser inteligente para darse
cuenta que todo marcha sobre ruedas, tal como lo tienen preparado los maduro,
trump, guaidó, lópez y tintori. Basta leer los diarios.
Cómo es que cientos de miles de periódicos
se han puesto de acuerdo para entrevistar y/o difundir noticias de juanito,
despachando como jefe de estado, decidiendo ya sobre el destino de millones de
venezolanos y dejando claro que hay negociaciones en lo oscurito que los dejarán
igual o peor cuando llegue la hora de que ellos despachen, sonrientes y
victoriosos...
Y claro que el cuasi expresidente tampoco
se ayuda con su actitud, dando patéticos manotazos, esperando (temeroso) la
traición de los uniformados, pero sobre todo mostrando la resignación en el
rostro, ese talente que si alguien supiera leer deja claro que ya tiene
preparadas las maletas.
La prensa local e internacional ya está
creando una opinión pública en donde el dirigente del golpe de estado es el
presidente oficial (sic), y toman su verborrea como discursos oficiales, y ello
debería llevarnos a reflexionar: cuántas mentiras más nos han contado a lo
largo de la historia, cuántas invenciones a través de la prensa nos hemos
tragado pensando que lo sucedido durante siglos, y alrededor del planeta, fue
cierto si nunca estuvimos ahí para constatarlo?
Lo he comentado y lo reitero: pobre
Venezuela, radicalizada en dos bandos y sin darse cuenta que en su conjunto están
por firmar un nuevo contrato en donde las condiciones en las que van a pisotear
el pasado de sus progenitores, empeñarán su patético presente y venderán el miserable
futuro de sus hijos y nietos, servirán para todo menos para vivir como yankis.
Falta poco, el final de este cinedramón ya
está escrito y los únicos “pequeños” detalles que pueden variar es el número de
víctimas y cuántos ríos de sangre allanarán el camino que permitirá a los guaidó,
lópez y tintori, con la bendición de los yanquis, ser los flamantes nuevos
dueños del país.